"Ella tenía razón, aquellos test eran completamente ciertos. A veces se odia por pensar como lo hace, otras tantas se quiere tal y como es, nada le importa, parece romper la barrera entre siempre y jamás.
Es insegura e inestable y se odia por ello, le gustaría mirarse al espejo y decir: buenos días mundo hoy tú estás a mis pies. Pero ni ella ni nadie es razón de ser del mundo.
Le encanta mirarle con desprecio, que él crea que no le importa tanto como es, que parezca no tener ninguna debilidad, que nunca se gire mientras le mira por la espalda o cuando ella es tan descarada que mirarla supone morir.
Vivir de paso, a ella eso no le va"
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