viernes, 10 de julio de 2015

Creo

Sí, hoy creo. Creo que los vicios matan y las verdades mienten. Creo que nada es eterno, ni la vida misma lo es. Creo que hay un "con quién" que siempre espera y un "sin tí" que nunca avisa. Creo que hay infinitas maneras de entender la vida y también la muerte. Creo que hay tópicos absurdos y cuentos para todas las edades. Creo en tantas cosas, que he dejado de creer en ti.

Creo que tenemos las manos atadas y los pies en el suelo. Que podemos pero no queremos desatarnos, que es más fácil vivir con prisa, con miedo. Preferimos esperar. Nos hacemos amigos de la esperanza, eterna compañera de días lluviosos y aeropuertos. De un "vuelve" antes de partir o un "te quiero" que nunca se termina de decir. Decidimos escondernos, pasar desapercibidos, que nadie se entere de cuándo ni por qué. ¿Qué más da? Si al fin y al cabo todo tiene un final.

Déjame decirte que estás equivocado. Que la vida es un principio, un suspiro, un momento, un inicio constante. Un sueño perseguido, un logro conseguido o un "sigue jugando". La vida es luchar por lo que quieres hasta que el universo se ponga de tu parte y créeme cuando te digo que no es nada fácil.

Equivócate. Pero no una vez, no. Equivócate hasta decir basta, pesa más un error bien cometido que un "nunca me atreví". No pierdas la cabeza por quien te quiere entre sus piernas. De risas a medias y las cosas serias. Que no seas de los que envidió al gato por sus siete vidas, sino  por su exclusiva habilidad para despreciar tu sumisa atención todo el día, y al final de este,  mecer su cuerpo sinuoso entre tus manos y piernas como diciendo: yo decido cuando me acaricias. Tú no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario